Baños
Como el nombre deja suponer, la principal atracción de esta pequeña ciudad encastrada en un valle del río Pastaza son sus aguas termales, ricas en azufre, que manan del volcán colindante (que está vivito y humeando, última erupción en el 2006). Es una de las mecas del turismo nacional ecuatoriano desde hace siglos. Debido a ello la ciudad transpira un ambiente vacacional y dominguero y esta llenita de tiendas de recuerdos, de melcocha (tofe), de caña de azúcar y de flotadores.
La virgen del lugar es muy popular. La iglesia que le está dedicada está decorada con una profusión de cuadros que representan sus muchos milagros a lo largo de los siglos y a todas horas hay familias que vienen a encenderle velas (una actividad bastante popular en cualquier iglesia del Ecuador).
El balneario más conocido tiene varias piscinas al aire libre al pie de una cascada y salvo a primera hora de la mañana está hasta los topes de bañistas. Con tanta gente y algarabía de niños y mayores uno tiene más la impresión de estar en las calderas de Pedro Botero que en un lugar de reposo y tranquilidad, pero aun así el lugar tiene su encanto y es simpático pasar un par de horas remojándose los huesos y disfrutando del ambiente.
Bea
La virgen del lugar es muy popular. La iglesia que le está dedicada está decorada con una profusión de cuadros que representan sus muchos milagros a lo largo de los siglos y a todas horas hay familias que vienen a encenderle velas (una actividad bastante popular en cualquier iglesia del Ecuador).
El balneario más conocido tiene varias piscinas al aire libre al pie de una cascada y salvo a primera hora de la mañana está hasta los topes de bañistas. Con tanta gente y algarabía de niños y mayores uno tiene más la impresión de estar en las calderas de Pedro Botero que en un lugar de reposo y tranquilidad, pero aun así el lugar tiene su encanto y es simpático pasar un par de horas remojándose los huesos y disfrutando del ambiente.
Bea
Publicar un comentario