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La vuelta al mundo en más de 80 días.

¿ De qué habla este blog ?

Viajar y descubrir el mundo. Es lo que pretendemos hacer en 353 días y a través de una quincena de países. Este blog nos servirá para compartir esta experiencia a través de los artículos y fotos que publicaremos así como de vuestros comentarios.

¿ Dónde estamos hoy ?


. Tras casi un año de viaje, nos acostumbramos poco a poco a la vida sedentaria.



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Planeta Galápagos

No llevamos ni un mes de viaje, y ya llevamos diez días de retraso respecto al plan original. La culpa: a pesar de que no habíamos previsto ir porque es un poco caro, al final nos hemos dejamos tentar y nos hemos ido a pasar unos días a las Islas Galápagos.

Tomamos un crucero de 5 días ya que es la única alternativa para acceder a las islas donde están los animales más interesantes y después nos quedamos unos días más descansando en Puerto Ayora, una tranquila y simpática ciudad que resulta ser la más grande de Galápagos con 19.000 habitantes.

El 97% del archipiélago está declarado Parque Nacional. Son islas volcánicas que no han estado nunca unidas al continente. En ellas habita toda una panoplia de reptiles y aves que llegaron aquí por casualidad hace una tanda de años; tantos, que algunos han tenido tiempo de evolucionar hasta convertirse en especies nuevas que no se encuentran en ningún otro lugar del mundo.

Son probablemente los animales más confiados que existen sobre la Tierra. Las aves ni se inmutan cuando pasas al lado de ellas o de sus nidos, que muchas construyen directamente en el suelo (para que molestarse en hacerlos en alto, si no tienen predadores). Cuando haces esnórkel, los lobos marinos vienen a curiosear y hacer volteretas a tu lado para pasarte por las narices lo torpe que eres nadando en comparación con ellos mientras las tortugas marinas pasan justo por debajo de ti y siguen con su rutina como si fueras invisible.

Así es que si te gusta ver bichos al aire libre y de cerca, esta es una experiencia inolvidable. Hay que rascarse un poco los bolsillos, ya que todo cuesta el doble que en el continente, hay que pagar impuestos por entrar y las visitas guiadas son relativamente caras (y obligatorias porque en la mayoría de los sitios sólo se puede ir acompañado de un guía naturista oficial). Pero al menos uno sale con el sentimiento de que las limitaciones y controles instaurados por el Parque Natural permitirán con un poco de suerte conservar este frágil ecosistema para sus pobladores milenarios y, de rebote, para que las generaciones futuras puedan disfrutarlos.

P.S.: si pensáis que lo que estamos haciendo es una aventura, aquí tenéis la página web de una pareja de holandeses con la que coincidimos en el barco y que aunque tienen edad para ser nuestros padres, están recorriendo los Andes de Sur a Norte … ¡ en bicicleta !. Empezaron en Patagonia hace 7 meses y seguirán hasta Caracas desde donde tomarán el vuelo de vuelta dentro de 2 meses. ¡ Buen viaje !

Bea